lunes, 1 de septiembre de 2008

MIL JÓVENES PARTICIPARON EN EL PROYECTO DE FORMACIÓN E INTERMEDIACIÓN SOCIOLABORAL DE TAMAYO Y LA ZONA CAÑERA

Finalizado el proyecto de formación e intermediación sociolaboral en Tamayo y la zona cañera, las cifras obtenidas reflejan el éxito de la iniciativa. Los 63 cursos impartidos por el centro durante el periodo que abarca del 1 de agosto de 2007 al 30 de julio de 2008 han sido muy variados: barman (uno), producción agrícola (dos), repostería (seis), cocina básica (cinco), cocina fría (uno), informática (veinte), camarero de restaurante (uno), electricidad (dos), tapicería (uno), plomero (dos), camarero de piso (uno), recepcionista (uno), contabilidad (dos), farmacia (tres), reparación de electrodomésticos (uno) y educación de adultos (catorce).

En total han participado 1158 personas, graduándose 506 (316 mujeres y 190 hombres), de los que 79 realizaron prácticas en empresas, consiguiendo 23 un puesto de trabajo en los sectores de hostelería, banca y comercio. De los jóvenes capacitados y orientados, 17 emprendieron su iniciativa de intermediación en microempresas trabajando como camareros en cafeterías (trece) y electricistas (cuatro). Se firmaron también nueve convenios con empresas de la zona.

La financiación de estos cursos ha provenido de la Junta de Castilla y León, la ONGD Cives Mundi, así como de contribuciones de socios locales, de carácter público y privado. Estos medios económicos han servido para equipar al centro de instalaciones (almacenes, aulas, equipos digitales, materiales y herramientas), así como para pagar a los profesores de los cursos.

Asimismo, jóvenes voluntarios de las comunidades organizaron grupos de alfabetización para personas iletradas y de nivel básico incompleto para apoyarlos en los barrios y bateyes de la zona. La estrategia del proyecto se fundamentó en la coordinación con INFOTEP, el Distrito Educativo 18-02 de Tamayo, las organizaciones de Base y de Fe, etc.

Los beneficios de los cursos han sido muy notables. Para algunos, han supuesto un empuje en su carrera académica: “A pesar de haber terminado el liceo, me faltaba el empuje para hacer una carrera. Tras la pasantía me di cuenta de que quería estudiar Hostelería y Turismo”. Para otros, ha sido la ocasión ideal para saber desenvolverse: “Los cursos nos ayudaron a desenvolvernos, solicitar trabajo, a no sentir miedo… Ahora estamos capacitados para pedir un trabajo sin tener miedo de que nos vayan a rechazar”. La valoración es tan positiva, que las participantes de esta edición recomiendan a los jóvenes que no dejen pasar la oportunidad: “Que aprovechen los cursos, porque cuando los necesiten después no los van a encontrar”.

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